¿A qué suena el silencio? Tres años del In Colour de Jamie XX

¿A que puede sonar la impaciencia, los celos, el cansancio, la sensualidad, la pasión, la alegría o inclusive el silencio?

Sí, este es un disco que logra generar diversas emociones para quien lo consume, increíblemente logra recrear una serie de sensaciones irreales a partir de su contenido sonoro.

Seis años dándole una curva a los sonidos británicos que de tope se estrella con la realidad auditiva y necesidades de mercado, de pronto no sea el disco más exitoso dentro los artistas independientes, pero le aseguro algo, el In Colour le servirá en algún momento de refugio y podrá hacer parte de los momentos más lindos he imborrables de su vida.

Pero definamos que es el In Colour (Editorial):

Este disco entra en una onda inexplorada de la música, un despampanante artilugio estruendoso acompañado de color que a mi percepción le da un significado humano y conciliador a estos nuevos tiempos de guerra y enfermedades, y es que, aunque se publicó el 29 de mayo de 2015, este disco ha tenido una preparación de 6 años por su productor Jamie XX.

El In Colour se convierte en una evolución vanguardista para la música Electrónica o los sonidos que debutan dentro del UK garage pues su mezcla entre lo monocromático y los sonidos existentes es lo que le da vida al álbum que a nuestro parecer logra obtener una genialidad dentro de la música universal.

La unión entre Jamie y el poeta y cantante Gil Scott-Heron dentro del proyecto We´re New Here logra una mezcla de emociones idealizantes gracias a la narrativa de Scott que de la mano de la producción de Jamie da a luz a un trabajo de sensaciones desorbitantes he incomprensibles.

En el momento que logro escuchar una de las piezas del In Colour ya había pasado por We´re New Here y de inmediato llegué al disco por Loud Places, canción que considero fue mi primer acercamiento a este.

Sin pedirlo o sin pensarlo esta canción logra cambiar una serie de actitudes y percepciones que tenía dentro de mi vida normal.

Logra dar un orden, una esperanza y un aire fresco a lo que auditivamente ya no me conformaba, en un momento donde la música se había convertido en un habito, una profesión o simplemente un oficio llegan estas 11 canciones haciéndome entender de una vez por todas que, así como Dios, la música tampoco ha muerto.

Cada canción lleva consigo un matiz diferente, cada una es una historia distinta donde el principal eje es la experimentación.

Dese el placer de expandirse a los sonidos experimentales de este disco, sienta sus destellos de ritmo, fragmentos de melodía, sonidos trucados y dinámicas fluctuantes donde la única estructura es un chico de Londres que logró mediante una serie de cortes instrumentales y vocales, el mejor disco que pudo llegar a mi vida y quizá también a la suya.

La siguiente canción se denomina Sleep Sound, es el segundo corte del álbum y refleja la forma en la que personas sordas pueden imaginar una melodía, sí, este disco es tan genial dentro de la industria que hasta la discapacidad auditiva se le esconde, le huye.